miércoles, 19 de junio de 2019

Mas libra nos del mal

Pues nada, solo he visto un video sobre la "criptomoneda" (yeah, whatever) de caralibro y la verdad es que no he necesitado ver más. Aquí está el esperpento en cuestión:

 https://twitter.com/TODAYshow/status/1140951110896820226

 Podría tirarme trienios liberales hablando de las múltiples facetas de este despropósito, pero, si dejamos a un lado la forma (al más puro estilo "publi-reportaje", servido en tertulia de marujas económicas) y nos centramos en el fondo, encontramos alguna que otra curiosa clave. Por orden:

  Después del concienzudo lamido de culo en la introducción (asumiendo que ya por ser una gran empresa todo lo que haga es "potente" y demás falacias gratuitas), aparece el primer (y principal, hasta puntos realmente insospechados) "pero": la confianza. Realmente confiamos en el panoli de Zuckerberg más que en Batracia Botín? La elección, por lo infecto de ambas opciones, no es fácil, desde luego.

  Y así, nuestros simpáticos colaboradores de Sálvame deluxe financiero dan (sin querer, obviamente) con el meollo último de la cuestión. Qué es el dinero.

  Pues efectivamente, es poco más que confianza. Un vale descuento venido a más. Confiamos en que nos van a cambiar un trozo de papel con un número por un kilo de garbanzos. Bien. No en vano se llama "fiat" o moneda "fiduciaria" (del latín "fides": fe, confianza).

  Pues resulta que ahora (como al principio) le ha salido competencia a ese trozo de papel. Quién gana? Pues el que más "confianza" genere.

  Pero sigamos con el vídeo, pues la respuesta aparece más adelante (de nuevo por casualidad, los borrachos y los tontos del culo nunca mienten, ni aunque lo intenten, en este caso).

 
  Los "expertos de CNBC" son para ponerse a cagar. Un señor así achaparrao que te vende una criptomoneda igual que si fuera un coche de segunda mano o una estafa piramidal. Este es el (multi)nivel. Pero dijimos que no nos íbamos a detener mucho en lo formal.

  Al poco aparece otra señora, que encima se supone que pertenece a la rama tecnológica de NBC, soltando un argumento insuperable, pero por ambos lados: por rematadamente estúpido y por absolutamente brillante. A la vez (traducción libre):

"Vamo a ve, en el dolar pone 'in god we trust'. En el feirbur en quien confiamos?"

  Empecemos por la gilipollez, que, como hemos anticipado, es soberana: dios como garante. Básicamente esta buena señora jodida de la puta cabeza confunde a la reserva federal y bancos (principalmente centrales) con dios uno y trino en persona (y en espíritu, claro). Vamos, que si un día no le cambian su trozo de papel por un kilo de garbanzos se irá a reclamar a dios. Supongo que si éste no le solucionara el problema, dejaría de creer en él.

   Pero ahora viene lo sublime: he aquí, una vez más, el quid de la cuestión. Hemos convenido (nunca mejor dicho) que en este negocio (nunca mejor dicho yet again) gana el que más "confianza" "genera" (entrecomilladas las dos). Dejas tu dinero en el banco porque te genera más confianza que el calcetín debajo del colchón. Utilizas un billete de 5 euros porque te parece que va a ser mas preciso para cambiarlos por tu kilo de garbanzos que usar tomates. Pues bien, nada está por encima de dios, y menos en cuestión de fe. En otro alarde de carácter paradójico de la naturaleza humana, aquello en lo que más fe se tiene es algo que no se puede ver ni tocar. Pues lo mismo con el dinero. Creo en él ciegamente, aunque no tenga ni puta idea de lo que es ni de dónde cojones ha salido. La jugada hay que reconocer que es buena.

  Por otra parte (para una sola frase que dice, la pobre), es imposible a su vez demostrar más ignorancia en menos palabras. Se supone que eres una periodista (o lo que sea) especializada en ECONOMÍA y TECNOLOGÍA. O sea, economía. Y tecnología. Y no sabes qué es lo que genera la confianza en una criptomoneda. Y, lo peor, no te echan.

   Es por esto por lo que, al principio de este ladrillo infumable, he entrecomillado (me gustan más unas comillas que a un tonto los paréntesis) la palabra "criptomoneda". Principalmente porque de descentralizada tiene poco o más bien nada, pero bueno, aceptamos barco.



  Pero prosigo: después viene la inevitable comparación con bitcoin. Dos argumentos: super volátil! y usada por criminales!! Traducción: se acaba el chollo de que solo resulte rentable invertir a los grandes capitales y por lo visto estos se pagan la cocaína con cromos de la patrulla canina. Grotesco.


  Y, al poco, otra de las claves. La tal Zuckercoin será lo que se conoce como una "stablecoin", quicir que en vez de patrón oro tendrá patrón fiat.
   Estamos, señoras y señores, ante ni más ni menos que el timo de la estampita a escala planetaria. Pero esto es solo la punta del zuckerberg. La puntita nada más. Después, cuando te la haya metido, ya te la clava hasta el fondo.

 Sigamos.

EL OTRO. EL DE LOS CONSEJOS. Sale un notas que podría ser tu cuñado después del farias y el coñac de la sobremesa y dice: "mi consejo es: espérate a que entren otros y sean los conejillos de indias". Y se queda tan agusto. Apología del perder trenes por sistema.


  A continuación, la homóloga de ana rosa se confiesa, sin ningún pudor. "Cada vez que habláis de criptomonedas me explota la cabeza ji ji ji pero como tampoco me echan pues aqui estamos".


  El otro se lo explica como puede (mal). Y vuelven al tema de que está respaldado por "divisa física". Si supieran que la inmensa mayoría de sus dólares y euroes son solo unos y ceros... pero para qué, si solo son presentadores de un espacio de economía.

  Por último, lo único mínimamente coherente, el tema de servir de "banco" a todos aquellos que no pueden usarlos. Aquí es donde pueden venir las hostias que devuelvan al caralibro a donde pertenece: el hoyo de myspace.

lunes, 29 de abril de 2019

El monstruo de FrankenSpain


 Pues nada. Se acabó la "fiesta de la democracia", una vez más. La expresión resulta ya bastante significativa: votar no es un ejercicio de responsabilidad sino una "fiesta", una especie de partido de fútbol en el que los seguidores de cada formación celebran sus victorias como auténticos hooligans. Porque, en España, por lo visto, se trata de ganar o perder. Todos hemos escuchado ad nauseam aquello de "pero para qué vas a votar a (inserte aquí su partido pequeño), si no van a ganar".

  A partir de aquí (una base putrefacta), todo se descompone en, efectivamente, una fiesta, pero de estiércol y podredumbre, que anega todos y cada uno de sus tramos, incluída la cima.

  Tenemos entonces a gente que no vota a un partido porque le guste, sino porque "quiere ganar". Después está el voto por negativa: yo voto a X para que no salga Y.

  Con estos dos ingredientes en realidad ya bastaría, pero si le añades un fomento sistemático de la incultura (general y política) y un bombardeo constante de propaganda financiada por los mercados pues ya tienes tu jugada maestra: como seguir en el poder pese a continuar siendo el mismo inútil.

  Es más fácil presentar a alguien todavía más nefasto que tú para que te haga parecer bueno que hacer los deberes. Huy, que se nos ve el plumero fascista. Saca a los nazis, que nos harán parecer demócratas. Y millones de idiotas, por supuesto, tragan. El "mal menor", el sueño americano de España. Y así, amigos, es como se consigue que gente a la que hace dos días se les llenaba la boca de llamamientos a votar para defender la democracia del fascismo acabe celebrando la espantosa cifra de 24 nazis en el Congreso. No es casualidad.

   La transición era el caballo de Troya. Ahora es cuando salen aquellos que se escondían en sus tripas: fascistas a millones. Y no, no son "nostálgicos". Muchos de ellos ni siquiera llegaron a conocer la dictadura (la "oficial", no la encubierta). Son jóvenes. De dónde han sacado esas ideas entonces, si han vivido en "democracia" toda su vida? Pues precisamente de todo lo que se toleró en esa "tra-tra(ns)ición".

  "No hay que sacar a Franco del valle de los caídos, hay que sacarlo del Congreso", decía aquel. Pero es que tampoco hay que sacarlo del Congreso. De donde tiene que salir es de las cabezas de los putos españoles, y ahí ya sí que no lo verás ni en el Congreso ni en un mausoleo ni en ninguna parte. Pero eso no va a ocurrir. Y no solo por parte de las "derechas", sino también de esas fatal llamadas izquierdas que no se dan cuenta de que llevan el adn del caudillo igualmente. El tuit anterior, de hecho, es una clara prueba. El Congreso como figura paternal/militar que tome las decisiones por mí. Franco puro y duro.


  Como abstencionista o votante de partidos ultraminoritarios, tenía la esperanza de que se repitiera un resultado parecido al de las anteriores elecciones generalísimas: un parlamento mutante donde resulte imposible formar gobierno. Y es que realmente eso es lo mejor que le puede pasar a España y lo que mejor la representa: un sindiós ingobernable de lo más heterogéneo que pone en evidencia que, como país, es un proyecto igualmente fallido y absurdo. No se puede hablar de unidad de España y a la vez de "las dos Españas". Si hay dos Españas, no existe tal unidad. Y, por tanto, habrá que dividirla. Otra cosa no tiene sentido.

  Pero nuestros amigos de centro disfrazados de izquierda española se empeñan en mantener vivo al monstruo de dos cabezas (les suena lo del águila bicéfala?), pese a que entre ellas se muerdan y escupan constantemente.

  Así que lamento comunicar que si estás a favor de la unidad de España eres de los de "una, grande y libre". No vengas con rollos de dos españas que no cuela.

  Y es que por aquí es por donde hace aguas el invento. Un país que como tal es un mito y que solo permanece unido por la fuerza necesariamente tiene que ser ingobernable. Pero se nos olvida que una de las facetas de la anteriormente citada promoción exhaustiva de la incultura (a nivel histórico con el constructo de "la picaresca") es la falta total de nobleza y la tolerancia absoluta (cuando no directamente apología) del trepa.

   Por tanto, tenemos a partidos que ideológicamente aparentan ser opuestos (veremos como, de repente, el partido más votado pacta con aquellos que hace dos días eran parte del "trifáchico", y veremos también como se callan aquellos a los que se supone que esto les debería indignar) pero en el fondo son incapaces de romper con su adn franquista. Y recordemos la única orden que dio Franco a su heredero: "haz lo que quieras, pero mantén la unidad de España". Y los partidos españoles son todos muy obedientes con su papá.

   Total, que venderían a su madre y pactarían unos con otros sin pudor ninguno con tal de seguir cumpliendo el último deseo de ese científico loco con bigotito (y su familia adoptiva borbónica): mantener con vida ese engendro hecho de parches, aunque cada segundo de su miserable vida sea un infierno.

lunes, 22 de abril de 2019

El abstencionista de Schrodinger

 Últimamente proliferan los posts de pseudo-izquierdas pidiendo que la gente vaya a votar, para evitar el ascenso de la ultraderecha y tal. Bien.

  Por si quedaba alguna duda, el debate ha dejado patente, y bien patente, el pésimo nivel de la política en España. Cuatro señores (y ninguna señora) con muy poquito carisma y menos educación todavía, interrumpiéndose los unos a los otros y tirando de demagogia de "todo a 1 euro" y de Constitución en el "menos malo" de los casos, que viene a ser lo mismo.

 Estoy sinceramente harto de que se culpabilice a los abstencionistas continuamente de las carencias de la izquierda. Quieres conseguir esos votos? Es muy sencillo: CÚRRATELO MÁS, COLEGA. Pero no. El argumento es, una y otra vez hasta la náusea: "los otros son peores". Patético es poco.

  En primer lugar, qué te hace pensar que toda esa gente te iba a votar a ti. Pero ok, supongamos que esos unicornios abstencionistas que viven en tu imaginación sean, efectivamente, simpatizantes de la izquierda. De verdad crees que la derecha no ganaría incluso con ellos? Debes ser más iluso de lo que creía.

  No dejaría de ser significativo, de todas formas, que fuera cierto lo que plantea esta absurda hipótesis. Si los abstencionistas fueran de izquierdas, entonces votar es de derechas. La democracia tal y como está planteada hoy (especialmente en España) es conservadora, y votar a cualquiera de los deformes espantajos que se presentan es un acto reaccionario.

  El fascismo avanza, principalmente, por la desigualdad económica provocada por distintas situaciones, el neoliberalismo salvaje en este caso. Pero en lugar de atacar el problema de raíz lo solucionamos movilizando a los abstencionistas en el último minuto. Porque en cuatro años no hemos sido capaces de hacer absolutamente nada al respecto. Por qué? Pues obviamente porque nos conviene, aparte de ser unos mayúsculos inútiles.

 A la hora de votar, el fascismo gana votos porque:

1 - Hay millones de fascistas.
2 - No has sabido (ni vas a saber) atraer el voto de izquierdas porque no eres de izquierdas. La imagen del candidato más "de izquierdas" (ese partido feminista liderado por un hombre, como todos los demás) recitando una constitución que lleva el pollo en la primera página (y en todas las demás, de manera implícita) debería ser suficiente. Está clarísimo.

  No hay cultura democrática. El hecho de usar argumentos infantiles por sistema, no afrontar ciertas realidades duras por el "qué dirán" político, social y cultural en pos del voto cortoplacista, el "y tú más" como constante arma arrojadiza, los nefastos modos y maneras y la total ausencia de nobleza es, no sé si la principal, pero seguro que una de las causas importantes de la abstención. Una vez más, podríais probar a subir el listón. Pero claro, para eso hay que trabajar, y duro. Es más fácil culpar a la abstención.